@CENTROMORO manifiesta públicamente su preocupación por las varias campañas difamatorias y denigratorias que vienen siendo promovidas por ciudadanos no católicos, ciudadanos manifiestamente anticatólicos y movimientos de izquierda progresista que arremeten concertadamente dentro y fuera de nuestra Iglesia, en su afán de causarle daño, así como causarle daño a nuestros pastores.
Es en este contexto que S.E.R. Cardenal Juan Luis Cipriani ha manifestado el día de hoy en un comunicado, rápido y sin mayores ambages, que ha sido acusado de un delito muy grave, pero que lo sostenido contra él, es completamente falso, y nosotros le creemos[1].
Ahora bien, lo que nos llama la atención es que Mons. Cipriani refiere no haber sido sujeto de un debido proceso conforme lo prevé el Canon 1507 y siguientes del Código de Derecho Canónico y que la noticia de los hechos ha sido filtrada a prensa infeliz, de manera parcial y malintencionada.
Debido a lo anterior consideramos que es oportuno recomendar lo siguiente a toda la comunidad católica de nuestro país:
- Rezar, hacer mucha oración y mantenernos en unidad para que Dios no permita que gente inmoral, informe falsamente a nuestro Papa Francisco.
- Estar alertas, para no dejarnos sorprender, ni confundir, con este tipo de campañas difamatorias.
- A saber, discernir que TODO ESTO TIPO DE ACUSACIONES SIEMPRE VIENE DE LA MISMA GENTE PÉRFIDA, quienes en todos nuestros países promueven la misma agenda: 1) La destrucción de la familia mediante la promoción del matrimonio entre personas del mismo sexo, 2) La legalización del aborto, 3) La hipersexualización de los niños, para lo cual quieren mantenerse en el manejo de la educación pública, 4) La destrucción de nuestras tradiciones y devoción católicas, 5) la destrucción de la Iglesia y sus pastores, para lo cual procuran aprovecharse de las reales víctimas de todo tipo de abuso.
Lima, 25 de enero de 2025
El Consejo Directivo
[1] (Mateo 7:16-20. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos

